Repetimos parqué, repetimos rival de inicio, ¿repetiremos temporada?, y estrenamos la suerte de los campeones.
Malos presentimientos me rondaban antes del partido al ver las camisetas moradas del rival que me traían recuerdos de encuentros pasados con no muy buenas sensaciones. Y efectivamente, como lo escrito perdura más que la memoria, antes de abordar esta crónica, me he dado una vuelta por la crónica 11, en la que ya quedaron impresas las virtudes del rival y de cómo en aquella ocasión rescatamos, también, un punto in extremis.
Pues bien, después del partido del domingo, ya les debemos otros tres, porque si bien ellos no se merecieron perder, sino todo lo contrario, tampoco nosotros nos merecimos ganar, ni tan siquiera empatar. Bienvenidos sean los puntos, mérito de sus errores y de nuestros aliados los postes, ¡benditos postes!
Haciendo honor a nuestra fama de contragolpistas, conocida por nuestros rivales a fuerza de sufrirla, no había transcurrido ni un minuto de partido cuando hicimos uso de una contra para abrir el marcador. Más ligero el Tano, más fino que se dice en el argot, bueno para los Espongis. También transcurrido no más de tres minutos, primera pérdida en la marca y empate en una jugada de estrategia. También merecida fama en ese tipo de despistes. Lo siguiente fue más dominio rival y más contras por nuestra parte. Primera parte 3-1 arriba, pero con síntomas que presagiaban un desenlace trágico.
Quiso la fortuna que los postes (penalti incluido) y las buenas actuaciones de Waldo, que sigue con la misma forma que acabó el curso pasado, también bueno para los Espongis, evitaran la catástrofe que se presentía sobre el campo, desde el banquillo y hasta en los alrededores del pabellón.
Sirva este arranque para ajustar la defensa (un auténtico desastre) en partidos venideros o podemos ir olvidándonos de repetir gestas pasadas. Buen debut por cierto de Fer y actuación correcta de Pedro, más acorde al resto del equipo.
Nos queda mucho por hablar.
¡Qué magnífica, sublime, excepcional, maravillosa e inmejorable equipación, oiga!
Malos presentimientos me rondaban antes del partido al ver las camisetas moradas del rival que me traían recuerdos de encuentros pasados con no muy buenas sensaciones. Y efectivamente, como lo escrito perdura más que la memoria, antes de abordar esta crónica, me he dado una vuelta por la crónica 11, en la que ya quedaron impresas las virtudes del rival y de cómo en aquella ocasión rescatamos, también, un punto in extremis.
Pues bien, después del partido del domingo, ya les debemos otros tres, porque si bien ellos no se merecieron perder, sino todo lo contrario, tampoco nosotros nos merecimos ganar, ni tan siquiera empatar. Bienvenidos sean los puntos, mérito de sus errores y de nuestros aliados los postes, ¡benditos postes!
Haciendo honor a nuestra fama de contragolpistas, conocida por nuestros rivales a fuerza de sufrirla, no había transcurrido ni un minuto de partido cuando hicimos uso de una contra para abrir el marcador. Más ligero el Tano, más fino que se dice en el argot, bueno para los Espongis. También transcurrido no más de tres minutos, primera pérdida en la marca y empate en una jugada de estrategia. También merecida fama en ese tipo de despistes. Lo siguiente fue más dominio rival y más contras por nuestra parte. Primera parte 3-1 arriba, pero con síntomas que presagiaban un desenlace trágico.
Quiso la fortuna que los postes (penalti incluido) y las buenas actuaciones de Waldo, que sigue con la misma forma que acabó el curso pasado, también bueno para los Espongis, evitaran la catástrofe que se presentía sobre el campo, desde el banquillo y hasta en los alrededores del pabellón.
Sirva este arranque para ajustar la defensa (un auténtico desastre) en partidos venideros o podemos ir olvidándonos de repetir gestas pasadas. Buen debut por cierto de Fer y actuación correcta de Pedro, más acorde al resto del equipo.
Nos queda mucho por hablar.
¡Qué magnífica, sublime, excepcional, maravillosa e inmejorable equipación, oiga!
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