Gente con oficio.
Nueva victoria, trabajada una vez más, con muchos protagonistas. Son un equipo, estos de los 31 Sin Pares, que saben a lo que juegan, ordenados, contundentes y con un buen contraataque. Y somos un equipo, estos de los Espongis, que no sabemos atacar contra defensas estáticas. Así que durante la primera parte, lo único meritorio que hicimos fue igualar el marcador transcurrido poco tiempo desde que ellos inauguraran el suyo, jugada rara, gol de cabeza a pase desde el cierre. Extraña, sí señor. La segunda parte comenzó más animada, con 3 goles en los primeros minutos y la sensación de que el partido acabaría con una goleada holgada. Peeeeeeeeeero...nada más lejos de la realidad. Dos goles consecutivos de ellos ponían un 4 a 3 en el marcador inquietante. Pudimos revolver finalmente con el gol de la tranquilidad próximo al pitido final.
Y en el apartado de los protagonistas, cada uno por sus propios méritos, tenemos en primer lugar, y claramente destacado, a Dani (tri-goleador ficticio). Sin duda el mejor del partido, con detalles de aquel adolescente que conocí hace ya muchos años y muchos kilos también. En segundo lugar, a Figu (copero por excelencia), al que la noche confundió y le impidió ver el camino a casa. Y en tercer lugar a Mario (el rompe botas), al que le birlaron un gol en pleno acta. Y finalmente, nuestras oraciones para los juanes, para que Juan se reincorpore cuanto antes y para que Pablo recupere su otrora forma física.
En el siguiente capítulo, la Odisea de Homero.
Nueva victoria, trabajada una vez más, con muchos protagonistas. Son un equipo, estos de los 31 Sin Pares, que saben a lo que juegan, ordenados, contundentes y con un buen contraataque. Y somos un equipo, estos de los Espongis, que no sabemos atacar contra defensas estáticas. Así que durante la primera parte, lo único meritorio que hicimos fue igualar el marcador transcurrido poco tiempo desde que ellos inauguraran el suyo, jugada rara, gol de cabeza a pase desde el cierre. Extraña, sí señor. La segunda parte comenzó más animada, con 3 goles en los primeros minutos y la sensación de que el partido acabaría con una goleada holgada. Peeeeeeeeeero...nada más lejos de la realidad. Dos goles consecutivos de ellos ponían un 4 a 3 en el marcador inquietante. Pudimos revolver finalmente con el gol de la tranquilidad próximo al pitido final.
Y en el apartado de los protagonistas, cada uno por sus propios méritos, tenemos en primer lugar, y claramente destacado, a Dani (tri-goleador ficticio). Sin duda el mejor del partido, con detalles de aquel adolescente que conocí hace ya muchos años y muchos kilos también. En segundo lugar, a Figu (copero por excelencia), al que la noche confundió y le impidió ver el camino a casa. Y en tercer lugar a Mario (el rompe botas), al que le birlaron un gol en pleno acta. Y finalmente, nuestras oraciones para los juanes, para que Juan se reincorpore cuanto antes y para que Pablo recupere su otrora forma física.
En el siguiente capítulo, la Odisea de Homero.