lunes, 12 de marzo de 2012

ESPONGIS - REAL VILLABRONCAS CF (04/03/2012)

Me cuentan que el equipo dio la talla. Del rival poco que decir, 16 partidos jugados, 15 partidos ganados, 1 empate, 83 goles a favor y 24 en contra, dicho queda. De nuestros enfrentamientos en la pasada liga nos llevamos un saco llenito de goles (13, creo recordar, por 2 que se llevaron ellos), así que podríamos decir que este año el balance ha sido al menos más esperanzador. El partido de ida cerraba la primera vuelta, ellos ya iban lanzados, y casi conseguimos meterle el palo en las ruedas. 2-1 y con posibilidades reales de al menos empatar. A parte de jugar mejor que el resto, cuentan con un gran portero, muy bueno. En la vuelta, me cuentan que el partido se escapó al principio, despistes que dejaron un 3-0 irreversible en la primera parte, demasiado regalo. Me cuentan también que la segunda parte fue intensa, remando hasta el 3-2, con opciones, otra vez truncadas por el bueno del portero y por un definitivo gol en contra. En el global, 6 goles en contra, 3 a favor. Se podría decir que estadísticamente estamos a mitad de camino de voltear la situación, anímicamente, estamos mucho más cerca. El año que viene igual los invictos somos nosotros.
Desde Mérida con amor.

jueves, 1 de marzo de 2012

DIA SIN FUTBOL

Y al séptimo día…descansó. Es de sobra conocido que un domingo sin fútbol es como un jardín sin flores, como un Potato sin su Tano, como un Figu sin su fabada, como un Waldo sin su buque (esta es una broma para usuarios avanzados, interesados preguntar al delegado ¡dimisión!),  como…qué diría yo, un domingo cualquiera. Un largo día víspera no precisamente de fiesta. Y resulta que amaneció un precioso día primaveral, de esos que en las noticias llaman anticiclónico, un preludio de la estación venidera. Un día ideal para planear salidas, programar eventos, acudir a la cita con el Señor (en misa quería yo ver a más de uno), hacer limpieza general, comer con los suegros, ver fútbol de verdad en la tele o simplemente tirarse en el sofá a ver cómo pasa la vida. Cada cual a lo suyo. Yo por mi parte, fui a conocer a un genio, un tal Leonardo (no confundir con el actual entrenador y otrora jugador brasileño) da Vinci, que no metía goles de tacón ni se las ingeniaba con picardía, pero que era un genio de verdad, el más grande que jamás haya existido, de otros tiempos, en los que los domingos sin fútbol eran jardines con flores, últimas cenas,  sonrisas con secretos, caballos alados, cuadernos de dibujos, máquinas de guerra, fortificaciones imposibles, estudios anatómicos,  música, luz y arte, mucho arte. Un recomendable paseo por la vida de un auténtico crack.

En definitiva, si hay algo que un domingo no puede faltar, eso ha de ser obligatoriamente la cerveza. Paz y amor a las gentes de bien.